TEMPESTAD
TEMPESTAD
Ahora está en calma pero sabe perfectamente que en cualquier
momento puede volver a visitarla. Sin invitación, sin previo aviso. No es amiga
de los protocolos. Tan pronto pueden ser las doce del mediodía como las tres de
la madrugada. Acecha como una sombra que aún sin sol permanece detrás del alma para producir ese terror que hace que
una vez más piense que la vida se acaba.
Ese diálogo interno que la alimenta en un día intenso lleno
de emociones y exposiciones a conversaciones y pensamientos tóxicos. Se frota
las manos. Es una vampiresa atroz que se alimenta de los laberintos cerebrales. No es fácil escapar de ella. No es cierto que
siempre has de seguir el sendero izquierdo para salir de allí. Se bajan y se
suben escaleras interminables que dejan
sin aliento. Se pasea por calles con mínima luz, y te deja descalzo ; a veces
desnudo , destrozando los dientes que van cayendo a pedazos y que se intentan
volver a pegar sin éxito.
La respiración se vuelve cada vez más exasperante. Gritos
sin escucha. Latidos incontrolados.
Dolor punzante en el corazón. Quizás, alguna lágrima de lluvia pueda aliviar
esa tormenta que amenaza haciendo más ligera la tempestad, y con algo de suerte
amainen los truenos sobreviniendo un sueño que no resulta para nada reparador.
Esos pensamientos pueden ser una tempestad. Lograda la figura de la vampiresa atroz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bajar las velas , desmontar hasta que pase en un tibio refugio
ResponderEliminarSólo queda esperar hasta que pase la tormenta. Esas tempestades suelen tener un punto máximo y despues desciende la intensidad.
ResponderEliminarUn saludo.
La única solución, paciencia y espera. Y tener la certeza de que tras la tempestad viene la calma.
ResponderEliminarUn beso.
Tu energía vital es mucho más poderosa que cualquier tempestad .Descúbrela y la sortearás con toda la confianza del mundo!!! Te sentirás aún más orgullosa de tí!!!
ResponderEliminarQuerida amiga: Esta sí que es una tempestad,que temo.Es cierto que después viene la calma, pero en ocasiones, se le olvida. Me ha gustado el giro que le has dado al teme Muchos saludos!!!
ResponderEliminarConozco esa tempestad que describes y que puede presentarse en cualquier momento...Es algo terrible que hay que aprender a controlar aunque a veces parezca imposible. Me ha encantado lo bien que la has descrito sin nombrarla. Te felicito.
ResponderEliminarUn beso
Unos pensamientos verdaderamente inquietantes. A vece uno es verdaderamente incapaz de escapar de esa tormenta.
ResponderEliminarMuy bien descrito.
Un abrazo
Creo que la mayoria hemos sentido esa tempestad de la que hablas, esa que aparece sin avisar pero a la que podemos dominar una vez la conocemos, esta si que es traidora porque no avisa. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarCreo que la mayoria hemos sentido esa tempestad de la que hablas, esa que aparece sin avisar pero a la que podemos dominar una vez la conocemos, esta si que es traidora porque no avisa. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarCiertamente, he sentido la tensión hasta el final del relato. Me ha gustado, una de esas tormentas que es mejor no pasar.
ResponderEliminarUn abrazo <3
Un relato que te hace sudar de tensión y ansiedad... muy bueno.
ResponderEliminarUn beso.
Tormentas interiores que azotan nuestro espíritu. Seguro son de las peores!
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo
Tormentas interiores que azotan nuestro espíritu. Seguro son de las peores!
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo
No sé si es peor una gran tempestad o pequeñas tormentas... Lo único que cabe esperar es que pasen... porque, a pesar de todo, el sol vuelve a brillar.
ResponderEliminarBesos muy grandes.