Soliluna: NAVIDAD, NAVIDAD ¿DULCE NAVIDAD?: Bueno, bueno, ya tenemos otra vez a la vuelta de la esquina las temidas fiestas de navidad. Y digo temidas porque antes de empezar ya me est...
Desde luego uno de mis vicios más confesables es el amor por el chocolate. Durante mi vida han cambiado mis gustos hacia él. Desde la chocolatina deliciosa blanca hasta el más rabioso de los chocolates negros que sería con el que me definiría ahora. Solo capaz de comerlo por los más audaces y amantes del cacao. ¿Me podríais definir con algunas palabras qué tipo de chocolate seriáis en este momento? ¿Relleno, con almendras, con leche o del más puro? Estoy deseando saber vuestras respuestas.
La soledad... es aquel ser etéreo que nace con nosotros para abandonarlo con gusto cuando los brazos de nuestra madre nos acoge y sentimos la tierna calidez de la cual jamás queremos desprendernos. Nos da miedo y lloramos para alejarla. Poco a poco nos va acariciando de vez en cuando y vemos que no es tan mala. Va pasando el tiempo y la muy ladina nos hace que la echemos de menos en ocasiones en medio del barullo que supone una vida llena de ruidos y rutinas estresantes. Hasta que llega un día que la necesitamos y se vuelve en una amante que nos regala sus mejores momentos. Entonces el romance se hace increíblemente apasionado. Nos ofrece disfrutar de sonidos antes imperceptibles: la lluvia cayendo, un pájaro cantando en el árbol de al lado de nuestra ventana, rememorar momentos... También nos hace encontrarnos con nosotros mismos. Y es cuando nuestro diálogo hace que podamos ver con claridad la realidad de nuestro día a día. Representa libertad y hasta a veces por culpa de eso confun...
BON APÉTTIT Hacía mucho tiempo que no tenía una cita romántica. Ya casi ni me acordaba de cómo preparar algo acorde con la seducción que requiere ese momento. Siempre he tenido muy en cuenta una frase que mi madre me repetía asiduamente. Cuida de pequeños detalles y triunfarás en los grandes. Así que me disponía a hacer trabajar un poco más a mi últimamente descuidada imaginación y preparar una velada inolvidable; una cita de aquellas que siempre recordaría. Y me puse manos a la obra. El encuentro iba a ser en mi casa. Eso me hacía jugar en terreno propio, lo que me hacía sentir un poco más relajada , que ya es mucho ,puesto que mi inseguridad es de hormigón armado. El encuentro de ese sábado iba a ser con alguien que había conocido hace mucho tiempo y al que me unía una gran amistad, pero si he de ser sincera siempre me había llamado la atención por el especial brillo de sus ojos, aunque nunca hubo nada entre nosotros dos. El destino que había jugado co...
Comentarios
Publicar un comentario