Y AÚN ASÍ ME QUEDÉ
Estos días estoy viendo por Tik Tok un Trend que se llama "Y aún así me quedé". Y me produce un dolor extremo lo que oigo. De lo que sea verdad, por lo que sea mentira. Pero, me pregunto. ¿Qué valores estamos dejando a nuestras mujeres descendientes? ¿Qué clase de círculo ignífugo estamos cuidando para que eso perdure y no se logre romper nunca? Si hay una herencia que quiero dejar a mi hija es que por débiles que sean unas manos no habrá diamante que no se pueda romper a base de valor, coraje y orgullo por pertenecer a una estirpe que a pesar de las heridas, generación tras generación se va subsanando y que se llene de mujeres que no se queden, que abran caminos, que a pesar del buen corazón y la generosidad se inflen de amor propio y sepan sonreír sin mirar atrás y con la garantía que en ese camino jamás volverá a crecer la mala hierba.
Me gustaría hacer algo parecido a una poesía para plasmar que yo también me quedé en lugares lúgubres, funestos, donde las sombras hacían imposible ver el sol. Alguna vez, a ratos.
Y AÚN ASÍ ME QUEDÉ
Que siniestra noche
oscuridad y solo tu sombra
hablando solo y sin nadie.
Y aún así me quedé.
Rosas de Sant Jordi
llenas de vergüenza
de un cubo sucio
coge la más bella.
Y aún así me quedé.
Zonas rojas
en pieles blancas,
llenas de ira,
lágrimas frágiles.
Y aún así me quedé.
Espuma de cariño,
con ojos brillantes,
mirada expectante,
ausencia presente.
Y aún así me quedé.
Duermes tranquilo
mientras yo yazco
en cama de espinas.
Siempre hielo hiriente.
Y aún así me quedé.
Piel con piel
seca de placer.
Deseos paganos
sufrimiento sagrado.
Y aún así me quedé.
Y... ya no me quedé
Cuando vi que mi dolor
era tu refugio.
Cuando mis ojos solo brillaban
con las lagrimas.
Tú, consciente,
intransigente,
marchito,
cobarde.
Nunca volveré a ese prado,
donde en minutos cambian rosas
por claveles usados
donde prefieren una espina
a un beso anhelado.
Con cariño para mi hija, que es la que recibirá de mí el legado.
Tu madre
Maribel
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