BON APÉTTIT
BON APÉTTIT
Hacía mucho tiempo que no
tenía una cita romántica. Ya casi ni me acordaba de cómo preparar algo acorde
con la seducción que requiere ese momento.
Siempre he tenido muy en cuenta una frase que mi madre me repetía asiduamente.
Cuida de pequeños detalles y triunfarás en los grandes. Así que me disponía a hacer trabajar un poco
más a mi últimamente descuidada imaginación y preparar una velada inolvidable;
una cita de aquellas que siempre recordaría. Y me puse manos a la obra.
El encuentro iba a ser en
mi casa. Eso me hacía jugar en terreno propio, lo que me hacía sentir un poco más relajada , que ya es mucho ,puesto
que mi inseguridad es de hormigón armado.
El encuentro de ese
sábado iba a ser con alguien que había conocido hace mucho tiempo y al que me
unía una gran amistad, pero si he de ser sincera siempre me había llamado la atención por el
especial brillo de sus ojos, aunque nunca hubo nada entre nosotros dos.
El destino que había
jugado con nosotros como marionetas había hecho que nos convirtiéramos en dos
seres inertes con casi nula ilusión por los sueños y con poca esperanza que aquella
situación fuera a cambiar.
La soledad que
compartíamos hizo un pacto maquiavélico para nosotros y nos empujó para que
diéramos un paso para conocernos un poco mejor. Claro está ninguno de los dos
tenía intención de que aquello fuera algo más que una simple cena. Pero como en
la película de Cenicienta mis manos se convirtieron en varitas mágicas y
empezaron a confeccionar un menú de lo más sugerente.
De primero elegí unas
tartaletas de manzana, pasas y piñones y magret de pato. De segundo confeccioné un plato de dorada al
horno rellena de jamón con cebolla caramelizada. Reconozco que me esmeré lo
indecible y puse el ipad hecho un asco de las veces que tuve que repetir las
escenas de las recetas. Así que para el postre me decidí por la sencillez de
unas frambuesas con unas hojas de menta.
Reconozco que me gustan
los pequeños detalles. Así que delicadamente decoré la mesa con colores suaves
y como iluminación dos pequeñas velas blancas que le daban al ambiente un aire
muy acogedor.
Durante la cena hablamos
de un millón de cosas, todas sin importancia, todas importantes. ¿Dónde había
estado esta persona durante los cincuenta años de mi vida? ¿Por qué había
aparecido precisamente ahora? Pero no. No me podía permitir el lujo de tener en
cuenta cosas que seguramente mi corazón confundido quería abrazarse
poderosamente a ellas.
De repente, en la radio
sonó una música. Claramente era de la banda sonora de mi vida. De la película “La
boda de mi mejor amigo”; concretamente “The way you look tonight” . Entonces mi
invitado me cogió de la mano y me repitió
las frases que había oído tantas veces: “ quizás no habrá matrimonio,
quizá no habrá sexo, pero por Dios seguro que habrá baile”. Y Cenicienta resurgió de sus cenizas. En un
momento se pararon los pies, se aceleraron los corazones , se encontraron los
ojos y un tierno beso paró el mundo sin tener en cuenta la teoría de Einstein
ni todas las demás inventadas hasta ahora.
Qué delicia de historia narrada con el encanto de las cosas sencillas que pasan sin previo aviso!Un abrazo
ResponderEliminarPreciosa historia de las que nunca sabes que puede llegar a ocurrir y sino ocurriera nada extraordinario seria una bonita cena de dos personas conociéndose . Muy suave y delicada me ha gustado mucho .
ResponderEliminarUn saludo
De una chispa nace una hoguera, que historia tan bonita.
ResponderEliminarBesos.
Todos esos pequeños detalles surtirán los efectos que se pretendían, aunque no en el tiempo previsto.
ResponderEliminarUn relato muy bien contado y con mucha delicadeza.
Precioso!!! Lo has bordado con detalles sencillos, dejandote llevar, sin pedir nada. Me encanta, besos.
ResponderEliminarEs hermoso, tan romántico, a veces, no estamos en tiempo-espacio, pero ya el camino se encarga de demostrarnos que sólo era esperar.
ResponderEliminarUn beso
Some day, when I'm awfully low
ResponderEliminarWhen the world is cold
I will feel a glow just thinking of you
And the way you look tonight....
Ya oigo a sinatra de fondo, y a los dos protagonistas envueltos en un beso, encontrándose al fin en el tiempo y en el espacio.
Un saludo.
Querida amiga: mucha delicadeza y romanticismo es lo que atesora tu relato. Precioso, sencillo y maravilloso. para mi merece ls nota mas alta.
ResponderEliminarfeliz fin de semana, Besos!
¡Hola! ¡Pero qué precioso final! Me encantó la historia y tanto detallee, y ese baile final, lo mejor.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Siempre me sorprendes
ResponderEliminarQue bella conjunción de tu relato y la escena mas hermosa de esa película..a mi me saca lagrimas cada vez que la veo..y también de risa cuando cantan todos en el restaurante ..I say a little prayer for you......
ResponderEliminarfor ever..and ever.....
Encantada me voy de leerte..besosss..feliz fin de semana
Me encantó que tu protagonista no tuviera el control de ese último acontecimiento y quizas deba reescribir la lista de cosas que pasaran y las que no en la relación que se inicia.
ResponderEliminarExcelente relato y buen clima!
Abrazo
Todo organizado a la perfección, los detalles conforman parte de una y mostrarlos es un regalo.
ResponderEliminarEl relato exquisito... y el final de diez
Gracias por acompañarme
Besos!!
Hay quien dice que el secreto de la felicidad se fragua en la oficina del estómago. Ella puso el ambiente, las exquisiteces gastronómicas, la música bailable, en esa atmósfera es muy fácil que surja la chispa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bonito, me ha gustado. Y es que yo también tengo una gran amiga a la que me encantaría... pero tengo pareja, y ya es demasiado tarde. Escribes de maravilla. Buscaré esa canción en youtube.
ResponderEliminarBesos