INSOMNIO
Una leyenda japonesa dice que si no se puede dormir por la
noche, es porque estás despierto en el sueño de otra persona...
Durante mucho tiempo yo permanecía despierta en sueños de
muchas personas. Eso hacía que pasara
eternas noches durante un espacio de mi vida que se me hizo eterno. Sólo el
hecho de ir a dormir ya me producía escalofríos. Solo dormía en los instantes
que aquella persona iba despertando de su sueño profundo. Entonces mis
particulares pesadillas aparecían una y otra vez. Corría por ciudades oscuras,
interminables, con millones de escaleras que bajaba corriendo para escapar de
aquel momento onírico. Las farolas casi nunca alumbraban las calles y era
normal que tropezase una y otra vez, hasta que volvía a despertar. Me quedaba
mirando el techo, la penumbra que
procedía de mi maltrecha persiana se reflejaba en aquellas vigas de madera
pintadas de blanco. Los muelles de aquel colchón se clavaban en todos los
músculos de mi cuerpo. Las vueltas hacia
un lado y otro vislumbraban otra hora sin poder dormir. Cada cinco minutos
miraba el reloj y me hacían sumar el cansancio que presagiaba para el día
siguiente.
El dueño de mis sueños volvía a despertarse. Entonces era el
momento que yo volvía a meterme en ese terrorífico mundo de mis sueños. Esta vez,
andaba descalza, y aunque a nadie parecía importarle, yo sentía como si
estuviera desnuda. En mis pies se clavaban todas las piedras del camino. Y
sentada en aquel escondite húmedo, me mordía los dientes y me los quebraba,
cayendo por mi boca como granizo.
Volvía la madrugada, y con ella el último reducto de vigilia
hasta la hora de volver a ir a trabajar. Todos los días, con sus noches eran
una penitencia para esta humilde alma que lo único que quería era encontrar la
paz. No era capaz de hallarla. Aquel ente que me tenía en sus sueños se apoderó
de mí durante mucho tiempo.
Sólo yo podía destruir aquel maleficio. Un día fui yo quien
empezó la batalla y me sumergí en sus sueños. Utilicé mis mejores armas: la
perseverancia, la energía, la compasión, la misericordia. A pesar de ser yo quién me metía en sus sueños,
nunca la desperté. No podía permitir aquel sufrimiento a otro ser humano,
empezando por mí misma. Al contrario. Le acaricié y así pudimos dormir los
dos...
Muy buen texto, me has conmovido con los sutiles detalles de ese sufrimiento.
ResponderEliminarSaludos
Brillante. Simplemente brillante. Y te cuento que una vez soñaba que caminaba por un pasillo interminable. Y noté un pasillo paralelo. Había una mujer que supuse que era como yo, que no era una forma más del sueño sino otra soñadora. Parecía tener potencial esa presencia.
ResponderEliminarY ahí aparecieron unos molestos intrusos que tuve que enfrentar, alejandome de ella. Estaba en inferioridad numerica y me tuve que multiplicar para enfrentarlos. Y eso produjo el desencuentro.
Así que puedo entenderte. Que buen recurso usaste.
Un abrazo.
Tú misma puedes dar significado a ese sueño. Aunque yo lo describiría como si quisieras ser tú misma y alguien o algo te lo impidiese. Un abrazo
EliminarYo mismo. Y fue molesto porque pensé que me la iba conquistar.
EliminarOoohh !!!
ResponderEliminargenial el final me encanto
Ooohh !!!
ResponderEliminargenial el final me encanto
Moraleja de tu esplendido relato: nada mejor para el insomnio que tener alguien cerca para poder acariciar.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu entrada y un abrazo.
No sabia eso de que cuando no puedes dormir es porque estas despierta en los,sueños de otro. Me ha encantado aunque me veia reflejada en tus pesadillas. Y desde luego que con paciencia y amor puede conseguirse todo. Besos.
ResponderEliminarNo sabia eso de que cuando no puedes dormir es porque estas despierta en los,sueños de otro. Me ha encantado aunque me veia reflejada en tus pesadillas. Y desde luego que con paciencia y amor puede conseguirse todo. Besos.
ResponderEliminarDebe ser horrible meterte en el sueños de los demás y no poder descansar. Menos mal que al final todo se arregló, al menos. en apariencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Según esa leyenda japonesa, no debo estar en los sueños de nadie, porque duermo como un lirón.
ResponderEliminarMuy buen relato! Debe ser desesperante pasar las noches así, espero no estar en los sueños de nadie y descansar. Me ha gustado mucho el final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado esa idea de que estamos insomnes cuando permanecemos despiertos en los sueños de otros. Han debido soñar mucho conmigo despierto, porque son numerosas las noches de insomnio que acumulo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me olvidé darte las gracias por participar en mi convocatoria.
ResponderEliminarMuy bonita la leyenda japonesa pero por desgracia bastante desesperante depender de otra persona para poder dormir. El final me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso
Ahora entiendo el porque no duermo...ojalá nunca se vaya mi insomnio..bss
ResponderEliminarMe gustó mucho... eso de no poder conciliar sueño por estar en el de otro, sería interesante saber en el de quién y por qué... pero bueno, yo será que no recuerdo mis sueños, o tal vez hago tantos a ojos abiertos que cuando los cierro simplemente duermo!
ResponderEliminarUn beso.
En teoría tiene mucha magia esa leyenda japonesa...pero cuando el insomnio llega de ese modo que describes, no es muy agradable ser protagonista de los sueños de otro.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo prefiero los baku japoneses, los que devoran las pesadillas, así dormir mis horas, descansar y ser feliz durante el día.
ResponderEliminarBuen recurso el tuyo. Felicidades, beso y cafelito.
¿como sabias quien estaba soñando contigo?, cuando empezaste a luichar contra esaa persona debias saber quien era ¿noo?
ResponderEliminarQue relato de amor mas maravilloso el amor lo puede todo awwww😍😭😍😭😍
ResponderEliminarMe gusta tu relato
ResponderEliminarPero yo no tengo pesadillas cuando logro dormir si despierto saltando siempre y el corazón a full tengo insomino desde muy pequeña ahora son las 5:06 casi sienpre logro dormir de 6am a 8 am o 9 am
La leyenda es real??
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